El nombre Programación Neuro-Lingüística indica la integración de tres campos bien diferenciados que cooperan entre sí para la producción de saberes. Los patrones (programas) creados a partir del sistema nervioso (neuro) y el lenguaje en sentido amplio (lingüística) son los que determinan nuestra experiencia.
Para la PNL, es esta relación la que produce modos de vivir más o menos saludables. La mirada puesta sobre dichos patrones, cuando son de excelencia, es lo que ha dado surgimiento a la PNL. Entendamos, cuando Richard Bandler y John Grinder, creadores de la PNL, estudiaron a Fritz Perls, Virginia Satir y Milton Erickson, no estaban enfocados en la patológico que los pacientes llevaban a las consultas, sino en los patrones de excelencia que dichos terapeutas utilizaban en su comunicación. Por este motivo podemos pensar a la PNL dentro del paradigma de la Psicología Positiva, donde la mirada está puesta sobre los recursos y no sobre lo enfermo.
El concepto de “programación” se basa en la idea de que los dispositivos básicos del aprendizaje y las actividades cerebrales superiores funcionan a modo de programas internos más o menos eficazmente para cumplir fines particulares. Nosotros interactuamos con el entorno a través de dichos programas y experienciamos el mundo de acuerdo con lo que, a través de ellos, vamos fijando en nuestros mapas mentales. Algunos programas son más eficaces que otros para cumplir ciertos tipos de actividades y lo interesante es aprender a distinguirlos para que puedan ser utilizados de forma deliberada.
El componente “neuro” refiere al sistema nervioso y sus mecanismos de acción. Todas las operaciones que llevamos a cabo en nuestro vivir tienen sustento fisiológico en un sustrato neuronal subyacente. Es decir, la experiencia humana es una síntesis de la información que recibimos, sintetizamos y generamos a través de nuestro sistema nervioso. Es muy importante distinguir que la PNL que desarrollamos en nuestro instituto, tiene una fuerte fundamentación desde los avances más actuales de las Neurociencias.
Dentro del campo de la “lingüística”, la PNL enfoca el uso de la palabra como una de las principales formas que una persona tiene para activar o estimular tanto el sistema nervioso propio, como el de otra persona. Nuevamente, la forma que tenga la persona de experienciar el mundo está conformada por, y se expresa a través de, nuestra forma de utilizar las palabras. Nosotros construimos nuestra realidad palabra a palabra. Así, la comunicación efectiva tiene que ver con el uso que hacemos de la palabra para verbalizar nuestras experiencias.
Algo muy importante que comenzamos a sugerir anteriormente es la pregunta por el ¿Cómo? Cada modelo explicativo tiene su pregunta favorita. A varios de ellos les gusta trabajar sobre las causas, entonces se pregunta fundamental es el ¿Por qué? Otros modelos trabajan mucho sobre el comportamiento, es decir que se sitúan sobre el ¿Qué?
Para la PNL, la pregunta central es por el ¿Cómo? Exploremos un poco que quiere decir esto. Mencionábamos más arriba la diferencia entre la estructura y el proceso. Entonces, cuando hablamos de los elementos de la estructura nos referimos al “Que” del sistema, y es el contenido de la experiencia. En Psicoterapia clásica estamos muy acostumbrados a trabajar con el contenido de la experiencia. Le preguntamos a las personas que paso, y que estaba pasando antes o después. Incluso cuando indagamos por los sentimientos presentes en un momento dado, también estamos preguntando por contenido.
Por otro lado, cuando hablamos de las relaciones en el tiempo, hablamos del “Cómo” del sistema y es el proceso de la experiencia. Entonces no le pregunto qué paso, sino como se representa eso que paso, si su recuerdo es una foto estática o una película. Si es una sensación en el cuerpo, me interesa saber si tiene alguna localización o intensidad particular. Si me cuenta de su diálogo interno, no le pregunto que se dice, que sería la pregunta por el contenido, sino como se lo dice, si con una voz grave, aguda, en volumen alto o bajo, etc.
Entonces, la pregunta por el ¿Cómo?, es decir por el proceso, es una de las distinciones que hace que la PNL sea PNL. Ahora bien, no es que cuando estamos guiando una dinámica no preguntemos nada de contenido, sino que tenemos muy en claro que la transformación vendrá muy probablemente de la mano de la codificación del proceso. Espero les guste tener estas distinciones básicas a mano. Nos vemos en el próximo post!